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sábado, 30 de mayo de 2015

Cuando un sólo tornillo te complica la vida

Una necesidad prioritaria que mi 315R requería eran los dos neumáticos. Cuando me meto con la rueda delantera lo primero que aparece es lo que otras muchas veces ha supuesto un calvario de esfuerzo, dinero y tiempo, sobre todo tiempo. Un tornillo que no sale.

Le recuerdo al lector de este blog la entrada publicada hace años acerca de la odisea de quitar las tuercas de M7 allen hembra del cilindro de la Cota 349 y cómo lo resolví.

En este caso el suplicio no fue tanto, pero si me tuvo un buen rato liado. El tornillo en cuestión es el primer tornillo que hay que aflojar para desmontar la rueda delantera. En la botella derecha hay una brida que fija el eje delantero 90116-383-721. Por otra parte, al apretar este tornillo también se impide que el eje delantero gire y, por tanto, se afloje. Desde mi punto de vista y que me corrija alguien, ninguno de los dos elementos, tornillo de la brida ni el eje delantero deben apretarse en exceso. El primero porque con poco apriete tenemos fija la botella al eje y el segundo, el propio eje, porque no tiene más misión que apilar todos los casquillos, buje y muñequillas de botellas en su posición correcta.

Lo cierto es que no sé si estaba apretado en exceso o no se habían aflojado nunca, formando ese oxido de aluminio que frena a los tornillos de acero por el diferente electropotencial entre los dos metales. Al intentar aflojarlo con llave allen de 6 mm se saltó, momento en el cual la cabeza hembra exagonal ya ha sufrido un daño, posiblemente irreparable. El tornillo es de M8 normalizado pero según la DIN-7984 que a diferencia del más común el DIN-912, tiene la cabeza más baja. La cabeza más baja y el hexágono más corto, si adicionalmente tenemos en cuenta la postura extraña que se debe adoptar para aflojarlo y que las llaves allen en L generan un momento en la punta cuando les aplicas par torsor, no es tan raro que salte. Y con que salte una vez, ya hemos perdido mucho, pues ya será difícil que a la segunda intentona se consiga hacer más para torsor. Pensad en el par de afloje que habéis hecho antes de que saltara la cabeza del tornillo. Si ha sido mucho, mi consejo es que paséis al plan de acción B directamente, es decir ni lo intentéis por el método normal. En mi caso lo que suelo hacer y lo que hice, fue coger un trozo recto de llave allen 6 mm de la máxima calidad, por ejemplo, de la marca Umbrako, de unos 25 mm. de largo y acoplarle en la punta un vaso de 6 mm. de la carraca, adaptadores y cruceta grande simétrica. De esta forma aplicando igual fuerza a los dos lados de la cruceta conseguimos un par torsor puro en la dirección del tornillo, libre de otros pares de reacción laterales que provocan el salto de la cabeza, sobre todo si se trata de la normalizada baja.

El tornillo con el hexágono interior pasado.


Tampoco tuve éxito, y volvió a saltar. Por lo tanto, había que desplegar ya el plan B. Los aficionados como yo tenemos la ventaja de que el tiempo que dedicamos a estos contratiempos, es casi gratis. Por tanto, hagamos las cosas con mucha calma, todo lo contrario que harían en un taller donde el tiempo dedicado a aflojar un tornillo rebelde no lo entiende el cliente, que en este caso simplemente habría ido a cambiar una cubierta.

Lo primero es que tenemos que trabajar con cierta comodidad y la situación de la cabeza del tornillo apunta hacia abajo. Fijo la moto colgada prácticamente de la pipa de dirección y dejo el tornillo más o menos horizontal. Luz clara, herramientas, agua para refrigerar el taladro, etc... debemos tenerlo todo a mano.


Una buena postura de trabajo es importante.

Lo que vamos a hacer es comernos el tornillo, a base de meter brocas de la máxima calidad y nuevas, pero con cuidado de no comernos botella de aluminio, por tanto, iremos muy poco a poco. Damos un granetazo en el fondo de la cabeza lo más centrado posible y esta es la madre del cordero. Cuanto más nos desviemos del mismo centro en el granetazo, el taladro inicial y los consiguientes irán desviados respecto del eje del tornillo, teniendo más probabilidad de comernos la botella, aunque estemos con diámetros más pequeños que de 8 mm del tornillo.

Agua y WD40 para refrigerar la punta.

Metemos una broca de 2 mm con un taladro manual de velocidad variable que controlaremos el avance axial que hagamos nosotros con el brazo, en base a la viruta que saque . Hay que ir comprobando una y otra vez que la dirección de empuje sea lo más aproximada a la del eje del tornillo para no desviarnos en nuestro taladro que es la guía para los siguientes de mayor diámetro. Por otra parte, interesa que vaya penetrando la broca en el sentido axial del tornillo, para que ésta no flexe ya que a la velocidad de giro se puede fatigar y romperse, liándose todavía más la situación.


Taladramos de poco en poco.

Insisto que debemos ir poco a poco, sacando la broca del agujero para vaciar la viruta de dentro, limpiar con aire comprimido y refrigerar la punta de la broca con agua o VD-40.

Conviene soplar el agujero para vaciarlos de viruta y refrigerar.

Sigo con broca de 3,5 mm., 4,5 mm. y... ¡zas! Si antes lo digo.... la broca de 4,5 se parte.

Esto de que se parta la broca es de lo peor que puede pasar.

Con suerte de que algo de broca asoma y puedo con una mordaza de mano y girando el trocito de dentro en sentido contrario a las agujas de reloj, sacarlo.

Con una mordaza soy capaz de coger la punta y girarla.


Veamos: hemos metido una broca de 4,5 mm casi en toda la longitud del tornillo que antes nos habremos informado de este dato en el manual, y aunque la apariencia es que lo estoy haciendo sobre el eje, en las partes alejadas puede estar desviándose bastante. Saco un imán potente para comprobar que la viruta que estoy sacando es acero ferro magnético y no aluminio de la botella.

El tornillo es M8 por lo que el diámetro exterior es de, más o menos, 8 mm. y la tuerca, es decir la botella, más o menos, sin contar los filetes, también 8 mm. medida D=d de la figura.

La parte "tuerca" es la propia botella y la parte tornillo es lo que me estoy comiendo con brocas.

Si lo llevaramos al límite y quisiéramos comernos el tornillo entero excepto la rosca deberíamos meter una broca de cerca de 7 mm. pero a ver quien se atreve si contamos con que el taladro no nos sale perfectamente centrado y paralelo al tornillo. Además debemos dejar algo de pared para que salga el tornillo. Llego a pasar hasta una broca de 5 mm. como máximo y una longitud de 10 mm. por miedo a tocar la botella.

Aquí con taladro de 4,5 mm, el tronillo esta muy debilitado.
A continuación  del taladro de 5 mm. me vuelvo a coger otro trozo de llave allen Umbrako en este caso de 5mm. ahora un poco más largo, el cual afilo la punta en el esmeril de pared dejando un tronco cono hexagonal de unos 1,5 mm. de largo y el resto de 6 mm. Lo coloco en la entrada del agujero de 5 mm. y empiezo a darle al mazo. El trozo de llave allen troncocónico se va clavando en el agujero con un apriete considerable y las 6 aristas vas haciendo 6 canales en el cilindro hueco del agujero. Meto un vaso de 5 del juego de la carrraca, los acoples necesarios y la cruceta más grande que tengo. Empiezo a aflojar y el tornillo sale sin problemas, supongo que por una mezcla de varias cosas. Disponer de una longitud de acople entre tornillo y nuestra llave casera, lo que hemos clavado, de más del doble de lo que era la cabeza original; lo debilitado que hemos dejado el tornillo; y los golpes que le hemos atizado.

Conjunto tornillo, trozo de llave allen (solo se ve un poco) y vaso de 5 mm del juego de carraca.

Se puede observar en la foto parte de la rosca deformada y como alguna broca, la de 5 mm. ha calado en la rosca pero sin ningún problema.

Evidentemente el tornillo lo sustituyo por uno de cabeza DIN-912 y 5 mm más lago, previa comprobación que puedo hacerlo.

Me quitó bastante tiempo, aunque si el final es feliz también tiene su parte de satisfacción y por eso lo comparto aquí.